Durante tu embarazo es normal que te preguntes que es lo más conveniente para tu cuerpo y tu salud, si un parto natural o por cesárea.
Es por eso que hoy te hablaremos sobre los riesgos que puedes sufrir en un parto natural, para que así tengas mejores armas en la toma de tu decisión.
- Prolongación del parto
Un parto nunca debe extenderse o prologarse más de los límites razonables, ya que de lo contrario puede provocar infecciones en el lugar de “maniobra” del parto, deshidratación de la madre y hasta sufriendo fetal.
Por ello, lo recomendable es acelerar las contracciones y ayudar a que el bebé nazca lo más pronto posible.
- Dolorosos desgarros
Durante un parto es frecuente que la madre pueda sufrir algún desgarro, pero en un parto natural se multiplican, además de que son extremadamente dolorosos, muchas veces por la falta de elasticidad y resistencia de la madre y el tamaño del bebé.
Situación que podrías evitar con un parto programado.
- Sufrimiento del bebé
El proceso del parto es muy complicado para el bebé, y eso puede provocar la famosa “pérdida de bienestar fetal”, que es el resultado del bajo flujo de sangre a través del cordón umbilical y del oxígeno.
La solución para esto son: Medicamentos que impidan contracción hasta que el oxígeno del bebé se normalice, y fórceps, si no es posible la cesaría.
Decidimos solo mencionar estas complicaciones que son las más vulnerables para el bebé, pero existen otras más que podrían poner el riesgo la salud de tu hijo.
¿Y tú ya decidiste?