¿Por qué la leche materna es importante?

¿Por qué la leche materna es importante?

La leche materna es el alimento ideal para el bebé ya que se adapta y cubre todas sus necesidades a medida que estas evolucionan, es muy asimilable, evita problemas digestivos, aporta defensas contra enfermedades víricas, bacterianas hasta que el sistema inmunológico del bebé funciona completamente.

Entre los beneficios que aportan a la madre están; disminuye la hemorragia postparto, reducción más rápida del útero, retrasá la primera ovulación postparto, disminuye el riesgo de sufrir fracturas durante la menopausia, disminución del riesgo de cáncer de mamá y de ovario premenopáusico.

Prácticamente no hay impedimentos para la lactancia, ya que muy pocas enfermedades conllevan una contradicción, poco antes del parto ya existe la secreción de un líquido espeso amarillento, casi anaranjado, de un alto valor nutritivo que es el calostro o leche primitiva.

Tras el parto empieza la secreción de una hormona, la prolactina, que es necesaria para la producción de la leche. Luego el propio bebe estimulará la producción de esta hormona. La succión del pezón provoca un estímulo nervioso que llega a la hipófisis, poniendo en marcha la secreción prolactina.

Poner al bebé al pecho durante las 2 horas que siguen al nacimiento constituyen una ventaja formidable, ya que durante las primeras horas el bebé suele estar atento. Algunos recién nacidos se aceptan el pecho después del parto, otros no hasta pasada media hora del nacimiento, se mostrarán algo dormidos y no mamarán hasta las 24-48 horas.

La producción láctea va poco a poco adaptándose a la demanda. En el seno no hay reserva de leche, esta se produce cuando  se succiona y es expulsada inmediatamente.

Existe otra hormona, la oxitocina, que contribuye a provocar la contracción de las glándulas mamarias permitiendo la expulsión de la leche a través de los conductos galactóforos (esta hormona también interviene en las contracciones uterinas del parto).

Consejos para dar pecho

  • “Hay que desear dar el pecho para que funcione bien”
  • Es importante ser flexible y colocarse lo más cómodamente posible, evitando tensiones inútiles.
  • La lactancia necesita tiempo paciencia y buena disposición. El arte de amamantar se aprende con la práctica.
  • La lactancia es un fenómeno fisiológico. El resto es simple. Hay que rodearse de personas optimistas y competentes, tomarse tiempo y descansar.
  • La angustia de la madre puede dificultar la subida de la leche. Por este motivo hay veces que hay que persistir y no desanimarse a pesar de las dificultades. La madre primeriza con problemas, necesita atención y respuestas, no comentarios poco alentadores.
  • Cada mujer debe encontrar su postura preferida, sentada o tumbada, con el vientre del bebé paralelo al de la madre y la cabeza del bebé en el eje del seno. No hay que sostener la cabeza del bebé, él mismo se colocará a la distancia adecuada, para respirar y mamar cómodamente.
  • En general es mejor dar los dos senos cada vez, así los dos estarán regularmente vaciados y succionados armónicamente.
  • Muchos niños alimentados con pecho no tragan aire al mamar y no necesitan eructar. Por este motivo si el bebé se duerme no hay que insistir.
  • No hay normas fijas para saber cuantas tetadas se deben dar al día. Algunos bebés maman con frecuencia y en pequeñas cantidades. Es mejor no contar. El ritmo lo establecerá cada bebé espontáneamente y las tetadas se irán espaciando por sí solas.

Técnica

Se recomienda la colocación del bebé al pecho desde el momento del nacimiento, procurando que su boca abarque no solo el pezón, sino toda la areola mamaria. Al aplastar la punta del pecho contra su paladar y succionar se produce también la eyección de leche provocada por estimulación hormonas (oxígeno) refleja que origina la contracción de los conductos galactóforos y hace que fluya la leche con facilidad y el niño se fatigue.

Fuente: DEXUS.com

Close Menu