Es un embarazo que amenaza con la salud o la vida de la madre o el feto. Para la mayoría de las mujeres recibir cuidados prenatales regulares al principio de este periodo de embarazo ayuda a que sea más saludable y tener un parto sin complicaciones.
Pero algunas mujeres corren más riesgo de tener complicaciones incluso antes de quedar embarazadas por diversos motivos.
Los factores de alto riesgo de un embarazo de alto riesgo incluyen
Problemas de salud existentes como tener presión arterial alta, diabetes o ser VIH positivo.
Sobrepeso y obesidad
La obesidad aumenta el riesgo de la presión arterial alta, preeclampsia, diabetes gestacional, nacimiento de niños muertos, defectos del tubo neutral y parto por cesárea.
Nacimientos múltiples
El riesgo de complicaciones es mayor en las mujeres que tienen su vientre más de un feto. Las complicaciones comunes incluyen preeclampsia, trabajo de parto prematuro y nacimiento prematuro. Más de la mitad de los mellizos y casi el 93% de los trillizos nacen con menos de 37 semanas de gestación.
Madres jóvenes o añosas.
El embarazo en las adolescentes y las mujeres de 35 años o más aumenta el riesgo de preeclampsia e hipertensión gestacional.
Como se detectar un embarazo de alto riesgo
Los signos que indican que un embarazo implica un riesgo mayor para la salud de la madre o del bebe pueden detectarse de dos maneras:
Idealmente, en la consulta preconcepcional (previa a la búsqueda de embarazo) o en la primera visita a tu ginecólogo. Este deberá conocer el historial médico completo de la mujer, y le hará de las pruebas médicas y preguntas encaminadas a descubrir si es un embarazo de alto riesgo. Entre las pruebas habituales están; análisis de sangre, sistemático de orina, econografías y resonancias magnéticas.
A lo largo del seguimiento del embarazo pueden surgir problemas médicos que lo identifiquen como un embarazo del alto riesgo.